La salud mental se ha convertido en uno de los aspectos que más atención está captando en la agenda política y empresarial. A ello ha contribuido, sin duda, la experiencia de la pandemia. La crisis sanitaria, los confinamientos y las posteriores restricciones han acentuado dolencias psicológicas. Algunas de ellas son especialmente graves en ciertos segmentos de la población.
Por ejemplo, según la OMS, a raíz de la pandemia, alrededor de un tercio de adultos ha reportado síntomas de angustia. Este hecho se acentúa dramáticamente en la población joven, donde la cifra asciende a nada más y nada menos que el 50%.
Asimismo, la gestión empresarial de la pandemia puso de relieve la importancia de cualidades psicológicas como la resiliencia y la empatía. Dos capacidades que se asocian mucho a destrezas vinculadas con el temperamento y la psicología. Por todo ello, dedicamos un artículo a este asunto tan candente actualmente hoy en día en el área de los Recursos Humanos.
- 1. ¿Qué es la salud mental?
- 2. La salud mental y los riesgos psicosociales: la perspectiva de Inspección de Trabajo
- 3. Impacto de una mala salud mental en la empresa
- 4. ¿Cómo velar por la salud mental desde Recursos Humanos?
- 4.1. Primer paso: la detección y la anticipación
- 5. Optimizar las áreas que están causando disfunciones
- 5.1. Gestión de equipos
- 5.2. Liderazgo y evaluación del desempeño
- 5.3. Gestión del tiempo y conciliación
- 5.4. Comunicación interna
¿Qué es la salud mental?
Podríamos definir la salud mental de una manera simple y esencial: consiste en el bienestar psicológico. Una definición que es, como todo lo relacionado con la mente, altamente subjetivo o difícil de verificar. Sin embargo, existen comportamientos y afecciones que nos muestran que, en este caso, un empleado está sufriendo problemas de índole psicológica. Son los siguientes:
- -Ansiedad
- -Estrés
- -Síndrome de burnout
Que estas afecciones se produzcan en el ambiente laboral es algo común. Sin embargo, cabe destacar que no siempre se deben exclusivamente al mundo interior del empleado. Y es que las afecciones a la salud mental en el trabajo pueden deberse a muchas razones, entre ellas la organización del trabajo, la relación con los compañeros y con el supervisor. Incluso con las políticas de empresa y la cultura organizacional. Es por ello que Inspección de Trabajo incluye las afecciones relacionadas con la salud mental en la categoría más amplia de riesgos psicosociales. Lo abordamos a continuación.
La salud mental y los riesgos psicosociales: la perspectiva de Inspección de Trabajo
El reciente Criterio Técnico 104/2021 sobre inspección en riesgos psicosociales nos ofrece varias claves para dilucidar qué cuestiones pueden impactar la salud mental de nuestros trabajadores. Como hemos apuntado anteriormente, estos pueden deberse a varias razones. Desde las asociadas a una mala organización del trabajo a las que pasan por el acoso laboral. Inspección de Trabajo distingue los siguientes riesgos que, eventualmente, pueden impactar la salud mental.
Factores de riesgo psicosocial
Siguiendo la taxonomía efectuada por Inspección de Trabajo, mostramos a continuación los factores psicosociales y los riesgos que entrañan.
- –Contenido y características del trabajo: Tareas sin sentido, monotonía, fragmentación, falta de variedad y tareas desagradables por las que se experimenta rechazo.
- –Carga y ritmo de trabajo: Carga de trabajo excesiva o insuficiente, presión de tiempo, plazos estrictos.
- –Tiempo de trabajo: Horarios muy largos o impredecibles, conexión continua al trabajo, trabajo a turnos o trabajo nocturno.
- –Participación y control: Falta de participación en la toma de decisiones, falta de autonomía o control sobre el trabajo. Por ejemplo, sobre el método o el ritmo de trabajo, los horarios o el entorno.
- –Cultura de organización: Comunicaciones deficientes, apoyo insuficiente ante los problemas o el desarrollo personal, falta de definiciones objetivas.
- –Ambiente y equipos de trabajo: Ausencia de mantenimiento, malas condiciones ambientales tales como falta de espacio, iluminación deficiente o ruido excesivo.
- –Relaciones personales en el trabajo: Aislamiento, relaciones insuficientes, malas relaciones con compañeros de trabajo, conflictos, conductas inapropiadas (hostigamiento o acoso), relaciones negativas con usuarios o clientes.
- –Desarrollo profesional: Escasa valoración social del trabajo, inseguridad en el trabajo, falta de promoción profesional.
- –Interacción vida personal-trabajo: Conflicto de demandas o exigencias entre ambas esferas, problemas de conflicto y/o sobrecarga de rol (laboral, personal y familiar).
Impacto de una mala salud mental en la empresa
Como hemos podido ver, los riesgos asociados a la salud mental son variados y poseen una alta capacidad de distorsión del comportamiento del empleado. Es por ello que las consecuencias de contar con empleados con afecciones relativas a su salud mental son amplias. Algunas de ellas son:
- –Descenso de la satisfacción laboral: Si las causas de la afección mental se localizan en el ambiente del trabajo, el empleado experimenta desmotivación.
- –Descenso de la productividad: Estrechamente relacionado con la cuestión anterior. Si un empleado pierde motivación, su productividad tenderá a disminuir.
- –Riesgo de aumento del absentismo: Las afecciones mentales pueden propiciar ausencias injustificadas.
- –Aumento de bajas: Cuando las afecciones a la salud mental son especialmente fuertes y derivan, por ejemplo, en una depresión, esto tiene su efecto en una baja laboral. Un tipo de baja, la de depresión, que acostumbra a ser larga.
- –Deterioro del ambiente laboral: En ocasiones, las afecciones en la salud mental redundan en la mala relación con los compañeros o en un deterioro del carácter del empleado. Algo que, sin duda, repercute gravemente en el ambiente laboral.
- –Aumento de costes: Derivado de todo lo anterior, los costes para la empresa aumentan. De hecho se ha estimado que el coste de la depresión en la Unión Europea asciende a 620 millones de euros al año.
¿Cómo velar por la salud mental desde Recursos Humanos?
Como hemos visto, la salud mental responde a una multitud de factores. Los cuales se relacionan tanto con la cultura empresarial, la organización del trabajo a la relación con los compañeros. Por tanto, Recursos Humanos deberá tener en cuenta esta dimensión multicausal del fenómeno a la hora de establecer posibles respuestas.
Primer paso: la detección y la anticipación
Lo óptimo en estos casos es mantener una actitud de anticipación ante los problemas. Es mucho más eficiente poder detectar que está habiendo un problema en nuestra plantilla que actuar cuando éstos ya han salido a la superficie. Es por ello que desde Recursos Humanos podemos impulsar acciones orientadas a detectar posibles disfunciones que puedan repercutir en la salud mental de nuestros empleados. Tenemos a nuestro alcance las siguientes:
- –Tests de satisfacción laboral: Este tipo de cuestionarios pregunta a los empleados sobre variables que impactan su bienestar psicológico en la empresa. Suele abordar aspectos como la comunicación con los compañeros, la cultura organizacional e incluso la política de retribución de la empresa.
- –Tests de burnout: El síndrome de burnout es la antesala a una posible afección a la salud mental severa. Es, por tanto, clave que podamos detectarlo. Hay muchas opciones de tests, aunque una de las más utilizadas es la Maslach Burnout Inventory.
Optimizar las áreas que están causando disfunciones
El resultado de los tests puede orientarnos sobre qué áreas de la empresa está causando más insatisfacción. Incluso puede indicarnos si se está dando el acoso laboral dentro de la empresa. Dentro de los resultados que obtengamos podremos efectuar una toma de decisiones ante la posible estrategia a seguir. Sin embargo, esta sería una actitud reactiva. Lo óptimo es mantenerse siempre en una estrategia preventiva. Para poderla establecer, te indicamos a continuación cuáles son los campos cuyo óptimo funcionamiento o replanteamiento puede ayudarnos a cuidar de la salud mental de nuestros trabajadores.
Gestión de equipos
Como bien indicaba el Criterio Técnico de Inspección de Trabajo anteriormente mencionado, cómo se distribuyen y asignan las tareas puede ser un foco de insatisfacción. Además, dependiendo de cómo sean esas tareas de rutinarias o de poco satisfactorias puede inducir al trabajador a considerar que está poco valorado. Es por ello que una buena opción para combatir estas circunstancias sea evolucionar a una cultura de la autogestión del empleado. Es, de hecho, una tendencia que cada vez cuenta con más adeptos. Especialmente en tiempos donde el teletrabajo y la no presencialidad requieren de estas aptitudes. Te lo contábamos todo en nuestro artículo sobre la gestión de equipos en remoto.
Liderazgo y evaluación del desempeño
A menudo la insatisfacción laboral que puede redundar en una afección a la salud mental procede de la relación del empleado con su supervisor. Como es natural, la calidad o no de esta relación depende en buena medida de los temperamentos personales. Sin embargo, existen criterios de liderazgo que otorgan mayor autonomía al empleado. O conciben al supervisor no como una figura disciplinante sino democrática y dialogante. Que propone soluciones consensuadas en lugar de correcciones. Te invitamos a profundizar más en esta cuestión en nuestro artículo sobre las nuevas tendencias en liderazgo y gestión de equipos.
Asimismo, la evaluación del desempeño también es un aspecto clave. Si esta no se produce de manera adecuada, el empleado puede sentirse poco útil o incluso incompetente. Te mostrábamos cómo realizar con éxito este proceso en nuestro artículo sobre la evaluación del desempeño.
Gestión del tiempo y conciliación
Otro foco de insatisfacción laboral procede de la gestión del tiempo. O, lo que es lo mismo, el equilibrio entre las tareas a realizar y el tiempo disponible para desempeñarlas. De hecho, este asunto depende fuertemente de los aspectos anteriormente tratados. Por tanto, las soluciones son siempre integrales y contemplan varias áreas simultáneamente. Te ofrecíamos algunas ideas sobre cómo optimizar la gestión del tiempo en este artículo.
En este sentido, tampoco podemos dejar pasar una referencia a la flexibilidad horaria y a la conciliación. El facilitar al empleado que goce de cierta autonomía en la gestión del tiempo puede ayudar a que el impacto de eventuales disfunciones no influyan en su salud mental. Asimismo, también conviene que desde Recursos Humanos seamos cuidadosos a la hora de establecer los turnos. Recordemos que los turnos nocturnos son los más sensibles. Sobre todo por la alteración de los biorritmos que provoca y que tanto afectan a la salud mental.
Comunicación interna
Otro aspecto básico que influye especialmente a la relación entre empleados. Como es bien sabido, el ambiente laboral es uno de los focos de insatisfacción laboral. Por tanto, hemos de cuidar bien ese aspecto mediante una comunicación interna eficiente. En este sentido, conviene que esta comunicación sea fluida entre compañeros, facilitando los recursos tecnológicos o incluso sesiones de teambuilding.
Asimismo, también hemos de ser receptivos ante el feedback de los empleados. Por ejemplo, si nos reportan alguna situación de acoso laboral. En este caso, deberemos ser muy detallistas con el procedimiento. Asegurando también la confidencialidad y la privacidad de estas comunicaciones. Asimismo, si detectamos un caso de acoso laboral en nuestra empresa, conviene que tengamos preparado un protocolo de actuación ante estas situaciones.