El upskill es, como te comentábamos en nuestro artículo sobre las tendencias en la gestión del talento, uno de los temas candentes en la actualidad de los Recursos Humanos. Esto se ha producido a raíz de la revalorización de la formación interna tras la experiencia de la pandemia de Covid-19. Pero también ha cobrado importancia por la naturaleza de los retos que las empresas habrán de afrontar en los próximos años. Por ejemplo, la importancia de asegurar la retención de talento, el employer branding y las plantillas multigeneracionales.
Para cubrir todos estos aspectos la formación interna ofrece varias herramientas. Una de las más importantes es el reskilling. Un concepto que ya está en boca de todos, aunque no siempre está claro su concepto ni sus implicaciones. En este artículo te descubrimos todo lo que necesitarás saber para valorarla como opción factible en la formación interna de tu empresa.
- 1. ¿Qué es el reskilling? Diferencias entre upskill y reskill
- 2. Upskill y soft skills: una dupla imprescindible
- 3. Los beneficios del upskill
- 3.1. Desde el punto de vista de la empresa
- 3.2. Desde la perspectiva del empleado
- 4. ¿Cuáles son las técnicas de upskill más interesantes?
- 5. Upskill: la importancia de la autogestión y el autodidactismo
- 6. ¿Cómo elaborar una estrategia de upskill?
- 7. ¿Cómo incorporar este enfoque a los procesos de selección?
¿Qué es el reskilling? Diferencias entre upskill y reskill
Definido de manera esencial, el reskill es el proceso de formación mediante el cual un empleado adquiere competencias que le permiten mejorar en su puesto de trabajo. Se diferencia del reskilling en que este concepto se enfoca más en la adquisición de nuevos conocimientos y competencias que permiten perfiiles híbridos transversales a varios puestos de trabajo. De hecho, el upskill va encaminado a que el empleado pueda adquirir mayor responsabilidad en su área de trabajo, aspirando a puestos de supervisión, planificación y management.
Por tanto, el upskill no se trata tanto de adquirir conocimientos nuevos como de mejorar los que ya se tienen. O, mejor dicho, de complementarlos con competencias que no siempre se pueden enseñar o aprender. Es decir, necesitan de las famosas soft skills. Entramos en este punto a continuación.
Upskill y soft skills: una dupla imprescindible
Recordamos que son las soft skills. Se trata de las competencias o habilidades que no implican un conocimiento técnico de una determinada área. Son, por tanto, habilidades que surgen con la experiencia. También dependen del temperamento del trabajador, de su actitud y de su viveza, aunque, como todo, se pueden desarrollar.
¿Cuáles son estas soft skills? Hay muchas. Las más demandadas en estos momentos son la empatía la resiliencia, la resolución de problemas y la adaptabilidad. Competencias que han sido detectadas por las empresas como claves para encarar crisis sobrevenidas e imprevistas. De hecho, su revalorización ha venido dada por los casos de éxito de las empresas que pudieron sortear la crisis sanitaria de manera óptima.
Los beneficios del upskill
Las ventajas de implementar una estrategia de upskill en nuestra empresa son bidireccionales. Básicamente porque benefician tanto al empleado como a la empresa. A continuación te mostramos las más importantes.
Desde el punto de vista de la empresa
- –Ayuda a reducir la brecha digital: Un programa de upskill puede ir enfocado a actualizar tecnológicamente, por ejemplo, a nuestro talento sénior. Un punto muy importante dado el contexto de transformación digital que están viviendo actualmente las empresas.
- –Motivación del empleado: Dado que el upskill va enfocado a capacitar al empleado para tareas que suponen una mayor responsabilidad, la motivación se incrementa. Especialmente porque el empleado lo puede percibir como que la empresa invierte en su perfil profesional.
- –Aumento de la retención de talento: Derivado del anterior punto. Si la motivación de un empleado aumenta, también lo hace la satisfacción laboral. Por tanto, la alta rotación disminuye y la retención de talento se fortalece.
- –Ahorro de costes de selección de personal: Como consecuencia del anterior punto, si invertimos en la formación de nuestros empleados, no será necesario dedicar recursos a la contratación de perfiles ex profeso.
Desde la perspectiva del empleado
- –Mejora su carrera profesional: Dado que el upskill va encaminado a que el trabajador adquiera competencias para niveles de más responsabilidad, su carrera profesional podría verse beneficiada por una promoción o ascenso.
- –Aumenta su capacitación: Sin duda que con el upskill los empleados mejoran su perfil profesional. Algo que se refleja en su desempeño laboral y en su productividad.
- –Fortalece su satisfacción laboral: Si el trabajador percibe que la empresa se preocupa por mejorar su situación, ello desarrollará su sentimiento de pertenencia. Lo cual tiene un efecto directo en la retención del talento.
¿Cuáles son las técnicas de upskill más interesantes?
Son muchas las estrategias de upskill. Entre las más usadas se encuentran las siguientes:
- –Cursos online: Muy útiles para mejorar la brecha tecnológica. Estos cursos pueden ser de capacitación enfocada al manejo de herramientas propias del departamento (por ejemplo, Google Analytics para Marketing) o herramientas más transversales como un software de control horario.
- –Mentorización: Un recurso cada vez más usado. Pueden usarse a los empleados con mejores capacitaciones para realizar labores de tutorización. Te explicábamos todas las técnicas en nuestro artículo sobre la mentorización.
- –Rotación de puestos: Esta estrategia de upskill consiste en que el trabajador se familiarice con otros puestos de trabajo. Su implementación suele ser temporal.
- –Encuentros de formación en el almuerzo: Un evento de carácter informal donde los trabajadores, durante la hora del almuerzo, reciben microformación.
- –Sesiones de microaprendizaje: A menudo no toman más de 10 minutos y están integradas por visionados de vídeos. Es una buena manera de introducir nuevas competencias sin que la formación reste tiempo efectivo de trabajo.
Lo mejor de la formación en upskill es que no se basa en la adquisición de conocimientos sino en el desarrollo de capacidades. Habilidades como la comunicación, la asertividad o la resliencia que todos, de alguna u otra manera, tenemos. Sólo es cuestión de potenciarlas. Un hecho que convierte a la formación en este campo en algo más flexible que una formación enfocada a adquirir hard skills.
Upskill: la importancia de la autogestión y el autodidactismo
En el uspkill podemos trabajar, además, otros dos elementos que van a ser muy valorados en el empleado del futuro: la autogestión y el componente autodidacta. Como apuntábamos más arriba, la formación en soft skills no es tan estricta ni demandante como la de hard skills. Por tanto, el empleado puede autogestionar su formación en estas capacidades. Ya sea mediante la realización de cursos online o de encuentros informales. Eso otorga al trabajador un sentimiento de autonomía que puede resultar mucho más satisfactorio que una formación tutorizada.
En este sentido, desde Recursos Humanos podemos fomentar el autodidactismo. Ello puede ser articulado mediante encuentros informales, sesiones cortas o incluso otorgar a los trabajadores flexibilidad para realizar cursos o formación de manera individual en tiempo de trabajo. En este sentido, cabe desprenderse de la concepción de que el empleado, si no desarrolla sus funciones, no está siendo productivo. Recordemos que la formación es, hoy en día, un gran activo. Por lo que dar libertad al trabajador para que se forme no es, en absoluto, desincentivar la productividad.
¿Cómo elaborar una estrategia de upskill?
Una vez repasadas las cuestiones clave del uspkill, toca realizar la estrategia. Para realizarla óptimamente debemos tener en cuenta los siguientes pasos:
- –Detección y priorización de competencias: El primer paso es identificar cuáles son las habilidades que nuestra plantilla o departamento específico necesitan potenciar. Como decíamos suelen ser las habilidades relacionadas con la comunicación, la resiliencia o la solución de problemas. Una vez identificadas, es preciso priorizar cuáles debemos abordar en primer lugar.
- –Definir el alcance de la formación: Ello dependerá de la habilidad prioritaria. Por ejemplo, el desarrollar una formación para reducir la brecha digital podría ser adecuada para toda la plantilla. Sin embargo, elementos como la resolución de problemas o la competencia analítica pueden estar enfocadas en departamentos más técnicos o estratrégicos.
- –Elegir la metodología de formación: Elemento clave. ¿Optaremos por cursos, por sesiones formativas, por tutorización? Ello condicionará la elección de los formadores.
- –Decidir si la formación será interna o externa: En el caso de que optemos por la mentorización, deberemos definir qué empleado o empleados la van a desarrollar. Si, en cambio, optamos por una formación externa, deberemos seleccionar qué empresa de formación se adapta mejor a nuestras necesidades.
- –Medir el éxito del upskill: Podemos medirlo en base a indicadores de rendimiento o bien por encuestas de satisfacción o entrevistas personales.
¿Cómo incorporar este enfoque a los procesos de selección?
Para que nuestra apuesta por el upskill sea integral, siempre conviene que enfoquemos los procesos de selección para captar talento especialmente dotado en soft skills. Recordemos que son las capacidades que mejor se prestan al upskill. En este sentido, tanto la captación como la gestión del talento estarán alineadas en torno a un mismo motivo conductor.
Como comentábamos, estas soft skills no son cuantificables ni verificables como las hard skills. Un candidato no puede dar prueba de ellas con un título o certificado o con una prueba técnica. Por ello, tenemos dos estrategias básicas para detectarlas en un proceso de selección:
- –Pruebas situacionales: Basadas en proponer al empleado una situación hipotética y preguntarle cómo la resolvería. Mediante su respuesta podemos evaluar en qué grado posee soft skills como la resolución de problemas.
- –Tests de personalidad: Muy enfocados a detectar disposiciones temperamentales que encajen con soft skills como la empatía o la resiliencia.
De este modo, concibiendo el upskill y las soft skills como algo integral, podremos convertir nuestra estrategia en algo sólido y, sobre todo, eficiente para nuestra empresa.